
biografía
Sueños de un Tulpa es un proyecto musical colombiano que surgió de un impulso creativo, un
espacio donde la experimentación sonora tomó forma. Jhon González Amortegui, caleño
residente en Bogotá, desmembró sus experiencias en proyectos pasados y presentes (Empyra,
Ruido Saturno, Dark Shadow, Wonderstorm) para dar a luz a esta exploración musical. Como un
tulpa, una entidad nacida de la voluntad y el pensamiento en la mística budista, esta propuesta es
la materialización de una duda existencial: ¿qué podría soñar un ser concebido en el éter de la
mente? ¿Posee una conciencia propia, una agonía separada? ¿Qué podría crear?
Desde mediados de 2024, en un refugio de una pequeña habitación bogotana, este ensayo ha
tomado forma, transmutando las vivencias más oscuras en melodías. Ha contado diferentes
vocalistas de sesión, pero es la voz de la argentina Juli Guilleron (quien también da vida a su
propio proyecto sonoro enfocado al pop urbano) la que le otorga un aliento especial, una
amalgama de sonidos que dan vida a esta penumbra melódica.
La propuesta de Sueños de un Tulpa es un descenso al abismo de emociones, explorando historias
diferentes, pero con sentimientos comunes (soledad, luto, frustración). No se busca la compañía,
sino el eco íntimo de la introspección. Es la música que se escucha a solas, la que invita a cerrar los
ojos y perderse en sus las melodías. Se explora los confines del rock, pero en un sendero de
experimentación. Es una metamorfosis constante, una búsqueda de una nueva identidad sonora.
"Las letras son el reflejo del dolor más crudo y la agonía del alma humana: la depresión, el luto, la
soledad. Se cuestiona de la moralidad de la humanidad. Se cuentan las historias de aquellos
condenados por falsos dogmas, como en 'Malleus Maleficarum', donde la caza de brujas es un eco
de la barbarie. También se desentierra los horrores de nuestra tierra, como en 'Evanescente', para
no olvidar (las ejecuciones extrajudiciales). No hay finales felices ni promesas de luz. Solo la
realidad, cruda y desgarradora. Se adentra en la mente humana, en las motivaciones de la
crueldad y la deshumanización. El universo de Sueños de un Tulpa es un laberinto de preguntas sin
respuesta", cuenta Jhon González, quien está influenciado por Tear for Fears, Toto, Tina Turner,
Whitney Houston y Charly García. Sueños de un Tulpa es un híbrido de la nostalgia melódica y del
ruido del presente.
'Malleus Maleficarum' es lo nuevo de Sueños de un Tulpa, es una crítica sonora a la tortura. Habla
del suplicio de una mujer acusada de brujería, cuya única culpa fue su gnosis (su sabiduría). En una
época donde el conocimiento era la herencia exclusiva de los hombres, poseerlo era una llama
peligrosa, un desafío que ardía contra el orden establecido. Su cuerpo, reducido a cenizas, es un
eco de las miles de almas humilladas y asesinadas en nombre de un credo perverso. Aborda la
tiranía de la crueldad, la sed de poder que profana lo sagrado y silencia a los distintos. Es un
réquiem por la inocencia vulnerada y una maldición al infierno que la hipocresía religiosa creó.